Les pido perdón

Estimados alumnos: les quiero escribir para pedirles perdón. Son muchas las cosas en que fallé como profesor de historia, y llegó el momento de hacer una autocrítica.

Perdón cuando, estudiando el movimiento obrero, les expliqué el derecho a huelga. Eso está muy bien estudiarlo, pero resulta que en la vida real hay que cumplir las obligaciones callado la boca, con la cabeza gacha, soportando lo que sea, porque el esfuerzo individual lo es todo, y al que no le guste que se vaya y busque otro trabajo, como en el siglo XIX. Me equivoqué al pensar que los docentes podemos exigir mejores condiciones laborales y que ustedes podrían hacer lo mismo el día de mañana.

Perdón por “tomarlos de rehenes”, como dicen los presentadores de televisión a la noche. Fue un error creer que los docentes también tienen hijos que pierden clases, y más aún, pensar en a esos padres les cuesta mantener una familia con un salario que apenas pasa la canasta básica por 20 horas titulares.

Perdón por ser un vago que no trabaja. Alguna vez creí que al llegar a mi casa, corregir, armar exámenes, planificar clases era parte de mi labor. También creí que planificar actos, hablar con los padres, y escucharlos a ustedes en los recreos porque nadie más les pones el oído, todo fuera de clases, eran cosas que formaban parte de la vida del docente. En fin, me olvidé que caigo con las manos en los bolsillos, estoy cuatro horas haciendo nada, y vuelvo a mi casa a dormir cuatro horas de siesta, y no haciendo triple turno.

Perdón por pagar el material. No sé que se me cruzó por la cabeza llevando fotocopias, libros, y todo lo posible para que trabajen, cuando en la mayoría de las escuelas muchos de ustedes no pueden pagarlas. Fue un error de mi parte no gastar ese dinero en un whisky importado.

Perdón por poner plata para pagar artículos de limpieza en las escuelas. Si el Estado no se encarga, ¿por qué debería hacerlo yo? Al fin y al cabo, no hay riesgo para mí en que usen los baños meados sin una gota de desinfectante.

Perdón por decirles que estudiar es el único camino para salir adelante. Mis siete años en la universidad, la validación del título, los cursos docentes, sencillamente nada de eso servía, si desde el gobierno toman voluntarios que jamás fueron formados en la docencia. Les mentí. No estudien, no se preparen. Pueden llegar a donde llegué yo por una simple decisión política. No hace falta saber de pedagogía. Y, menos todavía, no hace falta saber quién entra un salón. Al fin y al cabo, Kant dijo que no había nada mejor que la buena voluntad, y así funcionará la educación de ahora en más.

Perdón por dar clases en situaciones antipedagógicas, contrario a lo que establece el artículo 7 inciso j) del Estatuto Docente de la Provincia de Buenos Aires; por trabajar sin calefacción, sin ventilación, sin bancos, sin vidrios en las ventanas, sin tizas, escribiendo en la parte de atrás de un mapa a falta de otra cosa. Debí haberme ido y no volver hasta que las condiciones fueran las que correspondían, lo que equivale a decir que no podría volver jamás.

Les pido perdón por hablar de ciencia: les había asegurado que estudiar para convertirse en científicos es un logro individual pero a su vez colectivo, que serviría iba a sacar adelante el país. No sabía que un ministro camaleónico iba a recortarles el futuro.

También perdón a los padres, sobre todo de las escuelas privadas. Siempre me olvido que la contraparte por el pago de la cuota es mi renuncia a hacer paro. Suponiendo que la mayoría de las escuelas son subvencionadas, y que mi salario es pagado por el Estado, tuve el atrevimiento de adherirme a alguna protesta para mejora salarial. Me olvidé que allí soy un empleado y no un profesional.

Perdón por Baradel, tipo al que no voté, secretario de uno de los cuatro o cinco sindicatos docentes que existen en la provincia (aunque el resto no les importe a los medios), por dejar que me represente, y del que todos quieren que me haga cargo. Imagino que también deberé pedir perdón por un gobierno que no voté pero que, al fin de cuentas, me representa: así funcionan las democracias representativas.

Perdón a mis colegas, por estar junto a ellos horas en mesas de examen que no me corresponden, haciendo de vocal, pasando actas en un libro si es que 7 u 8 profesores antes que nosotros todavía no terminaron de pasar las suyas.

Perdón al gobierno, por meterle un palo en la rueda. No era mi intención no poder cubrir el aumento del colectivo con un aumento de salario del 18%.

Perdón a los libertarios argentinos, fotocopias borrosas de Ayn Rand que tanto fastidio sienten por la escuela pública. Si pudiera cobrar mi salario de dinero que no salga de sus impuestos, lo haría con gusto, para no tener que escucharlos más.

Perdón a los que se ofendieron en cada red social cuando me expresé contra el voluntariado. Me quedó claro que psicológicamente no estoy apto para estar frente a un salón cuando me dijeron que era una lacra del Estado que merecía la muerte. Me alivié de saber que ustedes querían sustituirme.

Perdón por las vacaciones de verano y el receso de invierno. Juro que si quiero entrar a la escuela en enero no me dejan.

Perdón por mi medio salario en negro.

Perdón por las licencias que no tomé, pero me acusan de usar de forma abusiva.

Perdón por la obra social deficiente.

Perdón al gobierno por hacerle paro.

Perdón al gobierno anterior por haberle hecho también paros.

Perdón al gobierno de Alfonsín por los más de 40 días de paro, aunque yo no haya nacido en esa época.

Perdón por haber elegido ser docente y no abogado, ingeniero, dueño de un locutorio. Si sabía que les molestaba, hubiese hecho otra cosa.

En fin, perdón, porque voy a seguir haciendo lo mismo, día tras día, año tras año. Y no por alguna recompensa, que ya sé que no existen en ningún orden de la vida. Sino por puro convencimiento y porque es lo que sé hacer: ser profesor.

Si algún día dejo de pedirles perdón, será por jubilado o porque la cuerda se me acabó antes y tuve que devolver la vida que se me prestó. Pero no por haber dejado un trabajo que, con buenas y malas, me llenó la existencia y me hará trascender en el recuerdo de cada alumno que quiera acordarse de mí.

Así que, perdón, porque nunca van a saber lo que es estar frente a un aula.


27 respuestas a “Les pido perdón

  1. Vamos profe!! Yo lo unico que tengo para decir es que usted fue uno de Los mejores profesores que tube en lo que va de mi estudio y la mentablemente la politica estudiantil no deja mucho que decir.. Pero si hay algo que yo aprendi es nunca Bajar la cabesa pormas injusta que sea esta vida asique yo creo que no tiene que bajar Los Brazos y tiene que seguir luchando para que Los alumnos incluyendome tengamos una educacion como tiene que ser.. Desde ya lo aprecio mucho y pienso que tiene que haber mas profesores como usted.

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    1. Esteban: tardé en responderte porque quería verte personalmente en la escuela. Con la cuestión de los paros no hubo oportunidad, pero ya nos encontraremos en algún recreo.
      Son pocos años los que llevo en la docencia pero se que no va a haber un hecho que me marque tanto como lo que pasó entre nosotros con aquel dibujo. A veces me arrepiento de haber escrito, porque pienso que fue un acto de egoísmo contar algo sin consultarte. Todo lo que pasó después y la repercusión que tuvo me llevó a pensar que quizá no lo debí haber hecho. Pero por otro lado, la gente vio tu talento y eso me consuela y me ayuda a estar más tranquilo conmigo mismo (las pocas veces que puedo estarlo).
      Me hubiese gustado poder hacer más. Me hubiese gustado que toda la ayuda que se ofreció se hiciera real. Pero creo que nos excedió. Por lo menos se que en un momento espantoso de tu vida leíste gente, incluso de otros países, diciéndote lo que yo no pude decirte: que sos el mejor dibujante que conocí en mi vida.
      No creo que en lo que me quede de docencia vaya a conocer a otro alumno como vos. Pasarán muchos, pero siempre Esteban va a ser uno sólo, ese chico que un día me habló de la pesca, y que al otro año, cuando estaba en duda si seguir o no en la docencia, me mostró que quizá no había tomado mal mis decisiones.
      Te mando un abrazo enorme, y espero volver a verte en el tinglado de la Media 29, con algún otro dibujo que tengas.

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  2. Me emocionaste. Decís de alguna manera lo que yo siento. Con una gran diferencia: a mí se me acabó la cuerda, pero cuento con vos (y otros que habrá por ahí) para no abandonar del todo la esperanza.

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  3. todo muy lindo y muy bien redactado…
    ¿PERO SABES LA CANTIDAD DE DOCENTES QUE VOTARON ESTE GOBIERNO?
    ¿SABES LA CANTIDAD DE VECES QUE LOS ESCUCHE EN LA SALA DE PROFESORES HABLANDO MIERDA DE CRISTINA?
    ¿SABES LAS VECES QUE DISCUTÍ CON PROFESORES, COLEGAS, PORQUE DISCRIMINABAN A LOS ALUMNOS POBRES DE ESCUELAS PUBLICAS?
    ¿TE ACORDAS DEL PLAN «CONECTAR IGUALDAD? ese «programita» que entregaba netbook, que mas de un docente ROMPÍA o SE LA DABA A SU HIJO y no la usaba en las escuelas.
    por esto y mucho mas…TENEMOS MERECIDO LO QUE NOS ESTA PASANDO HOY DIA…VOLVIMOS A SER TRABAJADORES DE SEGUNDA!!!
    salu2

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    1. Que yo recuerde en su gobierno los docentes también cobraban miserias, además por unos cuantos que no tengan amor a la profesión no podes condenarte a vos y a todos los que si lo merecen a seguir en la misma…

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  4. Muy bueno tu final y muy cierto!Te hago una confesiòn,pienso lo mismo,y sabes que a muchos los que le molesta es eso,no estar capacitados para poder estar NUNCA en un aula!

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  5. Yo digo: muchas escusas ciertas, otras no. Todos somos empleados estatales y todos trabajamos de la misma manera. Mal. Pero somos empleados, nosotros somos la maldita policia, gracias a todos los gobiernos, asi y todo no voy a perder mi trabajo porque ellos quieran. Lo unico que se, que somos empleados y necesitamos el salario para vivir

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  6. Sr no lo conozco lei su articulo y.lo felicito y ratifico y yo tambien los apoyo porque se de sus sacrificios pero este es un gobierno de mente retrogada manejado por un payaso que lo unico que lo apena es que pierda boca y para imputar a los docentes toma como botin de guerra a los chicos y culpa a los docentes busca sensibilizar a gran parte de la sociedad que es tan ignorante como el la verdad Sr yo le.pido perdon a Ud pk lo vote pk biscaba un cambio pero ese cambio no llego ni llegara lo cierto es que se la agarraron con Baradel y con Moyano pk no ???? Le tiene terror a Moyano y al resto de los demas sindicatos ya que ni los nombran y el paro es nscional nacional pero son cagones saben pegar y salir ilesos lo cierto es que toda la ciudadania esta en contra y no lo dice yo creo que es tan inutil insensible y pelotudo que se va ir solo pk varios sectores ya se les van alejando le pido perdon Sr profesor no creia que esto podia pasar me engañaron otra vez me siento en deuda con Uds los maestros me mande una cagada en votar a este hdp

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  7. sin palabras,,,, yo no lo habría dicho mejor. soy esposa de docente que ha llegado a trabajar tres turnos( hasta que el psiquiatra le dio el ultimatum de 😮 los tres turnos o el psiquiátrico) con 5 hijos que dar de comer, vestir, etc, etc, para que lleguemos medianamente hasta fin de mes. los docentes tienen la obligación de enseñar a sus alumnos a luchar por sus causas, tanto comunes como particulares. siempre adelante, a no bajar los brazos.

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  8. Soy estudiante de docencia, y con sólo vivir mis prácticas he vivido mucho de lo que explicas. La lucha sigue mi futuro colega… El día que los docentes sean considerados verdaderos profesionales de la educación y no personas que «educan» a los estudiantes las cosas cambiarán. Y lamentablemente sostengo que estamos lejos de eso, sobre todo si entendemos nuestras políticas de educación que sólo quedan en un bonito discurso.

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  9. Genio. Nadie entiende que es lo que te motiva a ser docente. Tengo la plena certeza de que nadie puede ejercer la profesión de docente si antes no es un luchador. Porque el norte de la educación es la libertad. Y no se llega a la libertad si no se enseña, principalmente, a luchar.

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  10. Mi esposo Hugo Vargas y quien escribe este comentario Nélida Mansur somos docentes jubilados desde hace pocos años.
    Nos ha gustado este posted. Lo hemos vivido en carne propia mas nunca bajamos los brazos ni callamos nuestras voces para defender lo que merecíamos.
    Adelante docentes, siempre adelante. Son los modelos de vida de nuestros niños, adolescentes y también de muchos argentinos adultos.
    Sigan sembrando, algún día recibirán la cosecha que merecen.

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  11. Siempre, desde que tengo memoria, los gobiernos neoliberales, hacen calcadamente lo mismo. Hoy somos, y digo somos porque fui maestra jardinera durante muchos años, ahora tengo 72 pirulos, los docentes tuvimos que soportar los bajos salarios, pero me parece que la persecución y la estigmatización de estos días, es la peor que ví en mi vida. Se quejaban de la «yegua», ahora ella no está, pero bueno, nos quedó su » pesada herencia» y por eso, sólo por esa pesada herencia, tenemos que soportar todo lo que vino después.
    Algún día volveremos a recuperar la verdadera democracia. Y creo, espero en realidad, que voy a llegar a ver ese momento.

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  12. Si citaste una chacarera, yo también lo hago:

    «Maestro de pie cuidando pichones blancos
    que madurarán iluminando tus pagos»

    Gracias por enseñar
    Gracias por escribir
    Gracias por luchar

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